Dentro de pocos días voy a tener la enorme suerte de viajar a Roma así que llevo unos cuantos días informándome, y como es de esperar en una ciudad de tantos siglos y de tantísima importancia existen un sinfín de historias, leyendas y tradiciones.
Hoy voy a escribir sobre el Castillo de Sant’Angelo, o casi siendo más preciso sobre el ángel (mejor dicho, arcángel) que se puede encontrar en su parte superior. Este edificio fue construido inicialmente como mausoleo para Adriano y su familia, se empezó a construir en el 135 y se terminó en el 139 y en lugar de poner el ángel que ahora se ven en su parte superior lo que había era una cuadriga en bronce que guiaba el mismo emperador Adriano (el que se considera el tercero de los cinco emperadores buenos, y gracias a él se consiguió la máxima extensión del imperio).
Posteriormente el edificio pasó a tener un uso militar y en el 590 cambió de nombre debido a que en aquella época Roma se venía atacada por una epidemia de peste, y el Papa Gregorio I tuvo un sueño en el que pudo ver al Arcángel San Miguel envainando su espada en lo alto del castillo, lo cual se interpretó como una señal de que pronto terminaría la epidemia y así fue, motivo por el cual se quitó la cuadriga que guiaba Adriano y se puso esa estatua que para muchos seguramente sea conocida gracias al libro de Ángeles y Demonios ,la cual como se puede ver aparece hasta incluso en la portada y de paso se cambió en nombre al castillo.
Una curiosidad sobre este sitio es que era el refugio de los Papas cuando las cosas se ponían feas, llegaban a él a través del Passetto que es un corredor fortificado que va desde el Vaticano hasta el castillo y mide 800 metros de largo, en este castillo estuvo sitiado durante la friolera de 7 meses el Papa Clemente VII mientras las tropas españolas de Carlos I se dedicaba a saquear Roma en el año 1527, para conseguir su libertad tuvo que pagar la cifra de 300.000 ducados .